Yo empecé a practicar Yoga sin saber bien cuáles iban a ser los beneficios REALES, pues claro que todos tenemos en el inconsciente colectivo que la práctica de yoga es buena pero... qué tan buena?

Por eso hoy te comparto las 5 razones por las que creo que vale la pena que consideres empezar la práctica hoy mismo.  Así que vamos directo a las razones:

1. Mejora (o desarrolla) tu flexibilidad y fuerza 

Esta es la primer razón. Si estás leyendo y lo que pensás es que para hacer yoga necesitas ser flexible o fuerte (y como no lo sos no comenzás por ese motivo) dejame decirte que justamente, practicando Yoga, la flexibilidad y la fuerza van apareciendo inevitablemente. No es magia, es práctica. Las posturas de yoga estiran tus músculos y aumentan tu rango de movimiento. Y sosteniendo las posturas, ganas fuerza y tono muscular. Por eso, es una práctica muy completa. Podés ir regulando su intensidad a medida que avanzás en la frecuencia de la misma.

2. Reduce el estrés y la ansiedad

La práctica regular de Yoga disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y esto nos ayuda a poder experimentar una mente más tranquila y un cuerpo más suave, sin tanta tensión. Ese rato que estamos arriba del mat, implica que puedas (o al menos intentes) desconectar de los estímulos externos, sin importar todo eso que está sucediedo en los grupos de Whatsapp, la lista de pendientes que te espera para después de la clase o esa conversación difícil que te espera en el trabajo. Estás ahí, con vos y eso es todo lo que hay. Con la práctica de Yoga aprendés a que ese refugio adentro tuyo es tu espacio y tenés que cultivarlo para que volver a vos sea un placer. Esa es la mejor cura contra el estrés y la ansiedad. 

3. Mejora tu postura y salud de la columna vertebral  

Dejame adivinar, ¿pasás muchas horas sentada frente a una pantalla? Me la juego A que no estás sentada derechita y mucho menos cambiando la postura de las piernas. Tampoco te tomás pausas activas para mover tu columna. La mala postura puede causar dolores de espalda y otros problemas como migrañas, rectificaciones, dolores de cabeza y sobre todo malestar y cansancio crónico. ¿te suena?. El Yoga fortalece los músculos del core y te enseña a alinear correctamente tu cuerpo no como una tabla, porque nuestra columna tampoco lo es, pero sí como tu columna lo necesita. Las posturas de yoga, las secuencias y el tiempo que pasas en el mat mejoran tu postura y alivia tus dolores de espalda. Con el tiempo, se empieza a notar una diferencia tremenda en cómo te sentís durante el día.

"Cuando inspiro, calmo mi cuerpo y mi mente. Cuando exhalo, sonrío. Esta es la verdadera práctica del yoga." - Thich Nhat Hanh

4. Aumenta tu energía y vitalidad 

El Yoga no solo relaja, también recarga. Yo amo el principio de carga y descarga porque siempre se puede adaptar la práctica según lo que necesites desde la intención, la fuerza, y la respiración. ¿Cómo? eso lo voy guiando en las clases, pero la primer clave es que puedas empezar por observarte y conocerte para comprender cuándo es que necesitas cargar y cuando descargar. Las posturas y la respiración consciente aumentan la circulación y el flujo de energía en tu cuerpo.  Así que, es hora de poner la práctica a disposición de lo que necesitás y dejar de pensar que vas a estar acostada toda la clase aburriéndote (eso solo depende de vos).

5. Cultiva la conexión mente-cuerpo-espíritu

El yoga es más que solo ejercicio físico, es una práctica espiritual o de autoconocimiento (o como quieras llamarla) y OJO que esto no implica que sea una práctica religiosa, porque no lo es.  Es un práctica que integra cuerpo, mente y espíritu. Te va acompañando en el camino de ser más consciente de tu cuerpo y tus pensamientos. Con el tiempo, te da una mayor auto~aceptación y compasión. A través del yoga, vas a encontrar una conexión más profunda con vos misma y con el mundo que te rodea.

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